Aún cuando Saúl se hizo rey mayormente por su apariencia, él nunca ganó sus batallas internas. Externamente, él era alto, bien parecido y bien formado (1 Samuel 9.2) Internamente valió muy poco. Observemos el liderazgo de Saúl:
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1️⃣ Cuando llegó el momento de ungir a Saúl como rey, él se había escondido detrás del bagaje.
2️⃣ Cuando Samuel le pidió a Saúl que dirigiera el pueblo el le respondió que no se sentía capaz.
3️⃣ Cuando los soldados de Saúl se empezaron a dispensar, él se llenó de temor y desobedeció las órdenes que Dios le había dado.
4️⃣ Cuando fue confrontado por sus pecados, Saúl utilizó excusas.
5️⃣ Cuando Saúl atacó a los amalecitas, él no confío en Dios y pensó que no iba a poder destruir al enemigo.
6️⃣ Cuando Saúl sintió que iba a perder la lealtad de su gente, él construyó una estatua de sí mismo
7️⃣ Cuando los filibusteros se enfrentaron a Israel, el miedo de Saúl se convirtió en un obstáculo para que él pudiera negociar.
8️⃣ Cuando David comenzó a ganar popularidad, la inseguridad de Saúl lo llevó a tratar de matarlo.
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Lecciones de Saúl.
1️⃣ El valor y la cobardía son contagiosas (2 Samuel 23.8—12).
2️⃣ Sin valor no importa que tan buenas sean tus intenciones (1Samuel 13.13,14).
3️⃣ Solo el valor te permitirá hacer lo que tienes miedo hacer (1Samuel 10.22).
4️⃣ Sin valor, somos esclavos de nuestra propias inseguridad y posesividad.
5️⃣ Si el líder no tiene valor, la gente no tendrá compromiso (1 Samuel 15.24).
6️⃣ Un líder sin valor familiar nunca dejará lo que le es familiar ( 1Samuel 28.5—20).
7️⃣ La falta de valor en un líder eventualmente lo saboteará (1 Samuel 31.1—6).
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