Cuando me hablan de racismo en la República Dominicana yo pienso en racimo de plátano. Es lo más cerca a mencionar esa palabra que el dominicano ha estado, ya que, su espíritu de colaboración, su hospitalidad y la manera tan coloquial de interactuar con los forasteros o turistas permanentes, nos lleva incluso a hacer uno de los países preferidos para todo el que en su país no se siente cómodo, es perseguido o simplemente quiere cambiar de rumbo. Esto por la rápida adaptación y lo acogedor de nuestro País, La República Dominicana. Definitivamente nuestra gente es nuestro principal activo.
En la República Dominicana viven alrededor de 800,000 hatianos, de los cuales, la mayoría no cuenta ni con acta de nacimiento de su País, Haití, porque no cuentan con los mecanismos institucionales para darle identidad a su propia gente y es el génesis de los grandes problemas de seguridad e inestabilidad que genera directamente el desorden político haitiano a República Dominicana. En pocas palabras, el hatiano nace muerto porque civilmente no existe.
Todo el que habla de "racimo de plátano" en República Dominicana, no vive en República Dominicana, lo hace desde la distancia principalmente porque desconoce la realidad y además lo hace partiendo desde la información que preparan los grandes organismos internacionales, poderosos y que saben que tienen una alta responsabilidad con Haití y en vista de eso, viven del desorden que muestra esa jungla y desde la ignorancia de su gente, que su nivel de educación y formación espiritual le permiten razonar muy poco.
Los Organismos Internacionales deben cambiar el guión, porque Lizzy George-Griffin es el resultado de una agenda que se ha querido implantar no solo en la República Dominicana, Lizzy es una muestra de que han fracasado. Esa jovencita nacida en pleno apogeo de esa agenda global, muestra una alta incapacidad para razonar, sin identidad, llena de complejos y lo peor, que está orientada a la autodestrucción. Los que llevaron a Lizzy allí, apelaron a un recurso muy bajo, apelaron a destruir la confianza de un País. Suerte que contamos con un primer Dominicano de la altura del Jefe de estado Luis Rodolfo Abinader Corona, quien pido poner, no a Lizzy, a los que mandaron a Lizzy en su puesto. Yo exhorto a los Dominicanos no personalizar el tema en esa jovencita, quien podría incluso terminar con su vida por los ataques feroces, pero si les animo a estar vigilantes cada segundo, porque esos organismos no se van a detener y a ellos sí debemos enfrentarlos y enfrentarlos sin piedad.
¿República Dominicana debe responder? Sí, pero no a Lizzy, República Dominicana debe responder diciendo cuánto se gasta en los hospitales Dominicanos por la ayuda solidaria de intervención de las madres parturientas haitianas, que, dicho sea de paso, una alta tasa de éstas mueren por la falta de un récord de seguimiento en Haití, porque esas madres en su propio país no reciben la atención pertinente y tienen que hacer viajes clandestinos en donde ponen en peligro su vida y la del bebé, llegan a una emergencia y los doctores dominicanos deben darle el servicio sin tener ni siquiera el tipo de sangre vital para una intervención.
¿República Dominicana debe responder? Sí, pero no a Lizzy, República Dominicana debe decir cuántos niños haitianos están recibiendo el pan de la enseñanza en las escuelas de República Dominicana sin acta de nacimiento y sin importar que muchos niños Dominicanos pierdan el cupo en esa escuela y deban acudir a otra más lejos de sus casas o más incómodo para sus padres.
¿República Dominicana debe responder? Sí, pero no a Lizzy, República Dominicana debe decir cuántos empleos haitianos hay en el área de construcción, agricultura, hotelería, motoconcho, carro público, cajeras, doctores, domésticas, incluso los grandes negocios haitianos de esas capitales que se deben instalar en República Dominicana, por la estabilidad que muestra y el ambiente favorable.
El Dominicano el único "racimo" que conoce es el de plátano y el haitiano también, que juntos han formalizado una institución de amistad y fraternidad peligrosa, que ha terminado trágicamente para miles de dominicanos mutilados, asesinados y sin que ninguna autoridad pueda dar respuesta, porque el haitiano vive sin acta de nacimiento pero sí con mucho odio y rencor hacia el Dominicano, el haitiano vive sin acta de nacimiento, pero sí lleno de resentimientos.
"Maldito sentimiento de pensar que la vida me debe la vida, ese cóctel de orgullo, prejuicio, comparaciones absurdas que me llevan a pensar que mi Dios es inferior al tuyo, una insatisfacción que no me deja avanzar porque sigo preso en el pasado que ya futuro no tendrá." #rasm
La vida: Es un viaje donde todos tenemos la posibilidad de ser o no ser, un espacio donde se nos brinda la oportunidad de disfrutar la mas grande aventura.
Contundente razonamiento y real
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