Mat. 22:39,
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Para poder amar al prójimo primero se
tiene que amar a sí mismo. Jesús no dice, “amarás a tu prójimo en lugar de amar
a ti mismo”, sino “como a ti mismo”.
El Amor
propio es un elemento importante para que cualquier persona lleve una vida
satisfactoria, la base es la familia. Algunos profesionales señalan que el
entorno familiar en donde el amor propio de los padres es escaso eso mismo le
van a transmitir a sus hijos.
Conforme se crece, la seguridad, el valor, respeto y satisfacción de uno
mismo que es como se le define al amor propio y autoestima, deben estar
vinculados con el autoconocimiento. Esto significa saber cuáles son tus
cualidades y fortalezas pero también tus defectos y debilidades. La falta
de amor propio en la crianza se manifiesta como maltrato, distancia emocional
y/o física, crítica excesiva, descalificación o indiferencia. El niño aprende
que sus sentimientos y necesidades no tienen mayor importancia para los seres
que sí son los más importantes para él.
Luego de pasar el proceso descrito el ser humana crea una especie de
escudos emocionales que supuestamente vienen a fortalecer esas murallas que son
creadas para su defensa, pero que en realidad lo que hacen estos organismo de
defensa es bloquear a lo que soy vulnerable y de esa manera poder identificar
mis debilidades. ¿Y cómo puedo superar mis debilidades si no la conozco?
Un
grupo de especialistas coinciden en algunos hábitos de las personas con poco
amor propio o con problema de autoestima los cuales vamos a identificar:
- Descalificarte
Lo que tú
haces
Cuando eres tú quien habla mal de sí mismo, no te estás haciendo ningún
favor. No es señal de humildad, ni de reconocimiento de tus errores. Es un
mecanismo que revela una suerte de autosugestión.
Lo que tú
deberías de hacer
Pero tú
eres mucho más que todo aquello que te dijeron. Tienes muchas virtudes y
potencialidades por descubrir, tan solo tienes que comenzar a aceptarte y
quererte para verte más allá de los ojos de los demás.
- Dar crédito absoluto a lo que otros dicen
Lo que tú
haces
Puedes sentir que los demás “saben más”, o “entienden mejor”, o “tienen más
autoridad” para decir o hacer. Muchas veces no te detienes a evaluar si lo que
dicen o hacen los demás es correcto, te basta con que sean ellos los que digan
o hagan.
Lo que tú
deberías de hacer
Si
te detienes un poco a pensar, puede que descubras que no es así. Trata siempre
de conectarte con tu verdadera percepción y dale valor a lo que encuentres.
- Victimizarte
Lo que tú
haces
Es
posible que, ante las dificultades, tu respuesta sea la de sentir lástima de ti
mismo. Te percibes como un niño impotente que debe resignarse a las situaciones
negativas, sin poder hacer nada al respecto.
Lo que tú
deberías de hacer
No
has descubierto que cuentas con recursos para enfrentar situaciones adversas.
Que lo importante no es lo malo que ocurre, sino cómo lo recibimos y qué curso
le damos. Si dejaras de lamentarte por ti mismo y te dedicaras a pensar en
soluciones, descubrirías que incluso los peores momentos son también grandes
oportunidades.
- Exigirte más de la cuenta
Lo que tú
haces
Quien tiene poco amor propio tiende a ver la vida en términos de modelos
ideales. Le cuesta proponerse objetivos modestos y valorar los logros obtenidos.
Siempre está pensando que debe alcanzar más y que lo conseguido, tal vez no es
importante. Es una trampa inconsciente para quedar siempre en deuda contigo
mismo.
Lo que tú
deberías de hacer
Si
no tienes amor propio, nada de lo que hagas te será suficiente ni valorable.
Tus éxitos no valdrán nada en comparación con los logros de los demás. Pero no
te equivoques, si no comienzas tú mismo por valorarte, no le será tan fácil a
los demás. Además, ¿cómo vas a llegar a apreciarte, si no eres capaz de
aplaudirte cuando avanzas?
Amor propio y
Autoestima
Pienso que el amor propio nace de una mezcla de la sed
de superación del ser humano, el egoísmo y el orgullo.
La autoestima es la percepción que yo tengo
de mi mismo.
No
digo que estas definiciones sean correctas, solo planteo desde mi punto de
vista cada uno de los conceptos.
Y
como cada enfermedad tiene su medicina aquí te dejo los hábitos que me
parecieron más interesante para trabajar el autoestima y el amor propio.
Respétate a ti
mismo
Si
no eres capaz de respetarte a ti mismo ¿cómo podrás respetar a los demás? Es
totalmente imposible. Pero ¿cómo podemos respetarnos a nosotros mismos?
En
primer lugar, debemos darnos cuenta de nuestras necesidades y de nuestros
valores y satisfacerlas. No debemos quedarnos siempre en segundo plano y
satisfacer primero a los demás. Pues si no sabemos satisfacernos a nosotros
mismos probablemente lo estemos haciendo mal.
Aceptación
Aceptarse a uno mismo es muy importante si quieres vivir tu vida. Si no
es así, vivirás siendo una copia de la vida de los otros. ¿Acaso quieres vivir
en una mentira?
Tu
vida tiene que ser original, tuya. No trates de ser igual a los demás, de tener
una vida similar. Quizás pienses así porque aparentan perfectas, pero
¿realmente es así? Aprende a amar tu vida, a aceptarte. Solo de esta manera,
podrás vivir feliz y en armonía.
Reconoce tus
errores
Si
no reconoces tus errores, vivirás toda tu vida excusa tras excusa. Esto no hará
más que provocarte un gasto de energía enorme.
Aprende de tus errores. Plántate enfrente del error y la excusa y
asúmelos. ¿Dónde has errado? ¿Qué ha pasado? No lo esquives con excusas y
aprovéchate de ello para aprender y mejorar como persona. Los errores no nos
hacen débiles ni vulnerables. ¡Todo lo contrario! Nos hacen fuertes y nos
ayudan a estar preparados ante errores futuros.
Cuidado con tu
voz crítica
Ser
críticos con nosotros mismo no es malo, pero ¡ten cuidado! A veces esa voz
crítica que vive en ti puede destruirte. Para ello, tú tienes que destruirla a
ella.
Cuando nuestra voz crítica es negativa, desalentadora y nos impide
avanzar debemos pararle los pies. ¡No nos está haciendo ningún bien! ¿Sabes
cómo destroza tu autoestima tu voz crítica?
Nunca lo harás bien. Una frase que nuestra voz crítica susurra bajito.
Cuando aparezca piensa. ¿Y yo qué sé si nunca lo haré bien? ¿Lo has intentado?
¿Has fallado? Como si tienes que chocar contra el muro una y otra vez hasta
aprender. Si quieres algo, esfuérzate para lograrlo. Acalla tu voz crítica
actuando.
Eres
peor que él/ella. Nadie es peor ni mejor, ¡somos diferentes! Lo mejor es ver
cómo nos podemos complementar o ayudar en el trabajo que estamos realizando.
Jamás te compares con los demás. Aprende, esfuérzate y sé tú mismo. Eres único
y original, diferente al igual que los demás.
No
le gusto a esa persona. ¿Estás seguro? ¿Se lo has preguntado? Puede que estés
captando de forma incorrecta las señales. Y además, si no le gustas ¡qué más
da! No es el fin del mundo, ¿verdad? Todo se puede superar, no hagamos un drama
así sin más.
No busques la
aprobación ajena
Un
error muy común es buscar siempre la aprobación de los demás. Esto solo es una
muestra de una tremenda inseguridad.
Aprobación
¿Por
qué debo ponerme aquello para que los demás no me vean mal?
Las decisiones
importantes ¿cuánto menos diferentes mejor serán? No busques satisfacer a los
demás. Si tienes una opinión contraria ¡manifiéstala! Ten en cuenta que si los
demás no te aprueban es porque tú lo consientes.
Sé
firme en tus decisiones y con cómo actúas y piensas. Los demás nunca estarán de
acuerdo en todo, piénsalo bien ¡sé tú mismo!
Lograr la aprobación de los demás, pensar que no somos mejores que el
resto, excusarnos sin parar, no decir lo que pensamos… ¿Te suena, verdad?
Esperamos que esto te ayude a ser más feliz y llegar a donde tú desees. Solo tú
y nadie más.
La vida: Es un viaje donde todos tenemos la posibilidad de ser o no ser, un espacio donde se nos brinda la oportunidad de disfrutar la mas grande aventura.
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