No recuerdo cuantas veces fueron
mis sentadas en el trono a degustar de la lectura del que para mí más que un
libro era todo un expediente acusatorio en donde el ministerio público solo tendría
que llevarle ese material al juez y caso cerrado. El libro “El lado oscuro de
la SunLand” se convirtió en un granito de mostaza de confianza en gente de a pie,
que en su momento pensó que la burla de los poderosos pondrían caer y hacer
cumplir con la justicia, incluso la gente comenzó a depositarle dinero al que
hoy se convierte en un verdugo mas de su ilusión y su esperanza.
¿Cómo llegar de la SunLand a
Punta Catalina? Quizás en los últimos dos días ha sido una de las grandes preguntas
que los dominicanos han estado teorizando sobre como una persona pasa de un
extremo a otro. Desde hace varios años el que hoy se le nombra Administrador
General de Punta Catalina fue sometido por el mismo poder del cual el crítico. No
veo diferencia en materia de corrupción entre la SunLand y Punta Catalina que hoy
usted flamante economista pasa administrar. Sin lugar a duda solo queda pensar
que hace días se le llegó a su precio.